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«Tuve que aprender a cojear e incluso a tocar bien la flauta»

 

  • La actriz madrileña, ayer en Multicines Odeón. - s. pérez
    La actriz sevillana, en Multicines Odeón. – s. pérDiario de LEON

Fuente :Diario de LEON

El trabajo de tratamiento de drogodependencias que realiza Proyecto Hombre desde 1985 es el telón de fondo sobre el que se levanta el proyecto audiovisual La rueda. La película, de factura andaluza, se asienta sobre la labor para la reinserción de toxicómanos que realiza una organización que cuenta con veintiséis centros en España y atiende anualmente a más de doscientas mil personas. Cuca Escribano (El secreto de puente viejo, Sin tetas no hay paraíso, etc.) encarna en esta película a un personaje inolvidable, ‘La Coja’.

—¿Le resultó muy difícil meterse en la piel de este personaje tan singular?

—En concreto, tuve que aprender dos cosas: a cojear y a tocar la flauta, y esto último no creas que es una tontería. Yo tocaba el clarinete pero la digitación es totalmente diferente, así que me tuvo que ayudar una amiga flautista. Después, en cuanto a la preparación emocional, pues para eso tengo más ‘callo’, por así decirlo. Pero es verdad lo que dice Álvaro: el primer guion y el dibujo del personaje de la Coja era mucho más amplio y con unas posibilidades enormes.

—No es muy habitual encontrar una película tan directamente encaminada a una buena causa.

—Hay muchas películas que abordan temas sociales, yo misma trabajé en una, Caribe, rodada en Costa Rica, centrada en la ecología y el medio ambiente y basada en una historia real, pero que tengan una vinculación tan grande con una causa, pues no es muy usual, la verdad.

—¿Sigue siendo muy difícil, para un actor, mantener una carrera en España, o la cosa está mejorando?

—No, como pasa en todos los oficios, no está mejorando. Los trabajadores, en España, están perdiendo derechos por días, y en nuestro gremio, encima, con el 21% de IVA, que además lo han asumido los productores, los distribuidores… no el usuario. El cine español funciona y la gente tiene ganas de cultura, lo que no tiene es dinero. La única explicación posible es que este gobierno no esté interesado en que la gente piense, que es lo que quiere fomentar el artista, la reflexión, entender el tiempo que nos ha tocado vivir… Yo sigo trabajando —ahora mismo sigo con la gira de la comedia teatral No te vistas para cenar— pero desde hace cuatro años trabajando la mitad. Los que llevamos años, por la inercia, encontramos cosas, pero quienes empiezan ahora lo tienen muy difícil. Ahora bien, la crisis espabila la imaginación: esa es una de las cosas buenas que tiene.

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